El cielo de la selva "The Heavens Above the Rainforest"

De: Elaine Vilar Madruga

Narrado por: Lorena Muñoz

La selva es un dios hambriento. Uno que permite vivir a salvo en sus dominios pero exige el más alto de los precios a cambio. Su voracidad no termina nunca y aquellos que viven bajo su control deben entregarle a sus hijos como parte de un cíclico tributo caníbal. En este cuento de terror caribeño, las madres son obligadas a criar a sus propios hijos como futuro alimento, en un sacrificio hecho de sangre y locura. Si se desea sobrevivir aquí, ninguna mujer puede decidir no ser madre. Y ninguna madre puede no convertirse en una mera productora de carne humana para que el sistema de ofrendas y retribuciones siga funcionando. En un mundo despiadado de guerrilleros y narcos, la selva garantiza la seguridad a sus habitantes, quienes renuncian a cualquier tipo de derecho y esperanza en esta fábula terrible sobre la maternidad y el cuerpo de la mujer.

Please note: This audiobook is in Spanish.

©2022 Elaine Vilar Madruga (P)2024 Bookavivo

La selva no se queda en el libro

El cielo de la selva es uno de esos libros que no se leen con la razón, sino con el cuerpo.
Con el estómago apretado. Con la piel erizada.
Porque lo que narra —aunque parezca ficción— lo vivimos todos los días.

En esta historia, la selva exige sacrificios.
Hijos, cuerpos, silencios.
Y lo terrible no es la fantasía, sino lo que refleja:
¿A cuántas mujeres se les sigue pidiendo que entreguen lo más preciado de su vida para que otros puedan comer, dormir, avanzar?

Lo que más me impactó fue que la selva no tiene forma.
No puedes pelear contra algo que no ves.
Porque la selva puede ser el trabajo, la familia, la religión, el patriarcado, el deber de ser “buena madre” o “buena mujer”.
Y también… puede ser uno mismo.

A los hombres, la selva no nos toca igual.
Podemos entrar y salir sin ofrendar nada.
Y eso, en lugar de darnos poder, debería hacernos responsables.
Porque muchos —como los cangrejos del libro— no solo no dan, sino que toman: cuerpos, tiempo, alma.
Y la selva… los deja.

El cielo de la selva no es una lectura cómoda.
Pero a veces el dolor es el único camino para empezar a mirar.
Y este libro, con todo su horror simbólico, me hizo mirar cosas que no siempre quiero ver.
O que no siempre me atrevo a nombrar.

El manejo poético de la autora

Para un lector hombre es importante leer este tipo de textos que abordan las cercanas distopias de un mundo machista. La autora relata a la selva como un animal vivo que reclama embarazos en metáfora de la sociedad. Esa selva dios que las mantiene vivas para la reproducción.

Esta fue mi 2nda lectura y me gusta cada vez más.

En un primer instante me ha decepcionado el final abierto pero ahora entiendo la forma circular de la novela que admite una 2nda parte... continuará?!?!?!

Demasiado crudo

Me costó trabajo, quería saber cómo terminaría. Está bien escrito y bien narrado, pero, para mí, la historia es cruel, asquerosa, literal en términos de el lenguaje tan fuerte respecto a las suciedades humanas... no sé, demasiado crudo para mí.

La trama

Me ha encantado el desarrollo de la historia y la complejidad de los personajes! El terror del escenario

La belleza de lo terrible

Es un libro hermosamente aterrador. La autora tiene una habilidad pocas veces vista para expresar hechos terribles con una belleza singular. De lo mejor que he encontrado últimamente.
Por otro lado, la narradora (voz) ha hecho un estupendo trabajo: ha reconocido el ritmo y la entonación adecuadas para ofrecernos una interpretación igualmente hermosa.