En el Salmo 40 se unen la alabanza con la petición. En este poema, el salmista recuerda agradecido las misericordias de Dios cuando lo liberó de angustias pasadas y clama por una nueva liberación frente a una nueva calamidad. En la primera parte se menciona lo que Dios ha hecho y cómo ha respondido el salmista. En la segunda, éste clama a Dios desde lo profundo de su angustia, ruega a Dios que lo proteja del poder de sus enemigos y, finalmente, expresa su confianza en él. Una parte de este salmo tiene sentido mesiánico. Con ligeras modificaciones, los versos 13 al 17 aparecen nuevamente como el Salmo 70.

Tomado del Comentario Bíblico Adventista

Una producción de Johnson Studio

El Salmo 39 es una elegía penitencial o de arrepentimiento, considerada por algunos como “la más hermosa de todas las elegías del Salterio”. Es la conmovedora expresión de un alma que al comienzo no puede hablar de su tristeza. Como no puede reprimir indefinidamente sus emociones, el salmista finalmente se desahoga con Dios. En todo este salmo hay sólo una vislumbre de luz, que se expresa en esta profesión de fe: “Mi esperanza está en ti”.

Tomado del Comentario Bíblico Adventista

Una producción de Johnson Studio

El Salmo 38 es una oración de arrepentimiento en la cual el salmista narra su intenso sufrimiento, tanto físico como mental. Describe cómo su cuerpo es atormentado por el dolor y su mente es angustiada, en parte porque se siente condenado, y en parte porque teme a sus enemigos. Los sufrimientos se intensifican al ver que los que deberían ser sus amigos lo han abandonado cuando más los necesita.

En este salmo abundan formas verbales poco comunes, nítidos paralelismos, juegos de palabras y ritmos cuidadosamente equilibrados.

Tomado del Comentario Bíblico Adventista

Una producción de Johnson Studio