• 1 CORINTIOS 14. DON DE LENGUAS
    Oct 1 2024

    DON DE LENGUAS
    1 CORINTIOS 14:13 Por lo tanto, el que habla en lenguas también debería pedir en oración la capacidad de interpretar lo que se ha dicho. 14 Pues, si oro en lenguas, mi espíritu ora, pero yo no entiendo lo que digo. 15 ¿Qué debo hacer entonces? Oraré en el espíritu y también oraré con palabras que entiendo. Cantaré en el espíritu y también cantaré con palabras que entiendo. 16 Pues, si alabas a Dios sólo en el espíritu, ¿cómo podrán los que no te entienden alabar a Dios contigo? ¿Cómo podrán unirse a tus agradecimientos cuando no entienden lo que dices? 17 Tú darás gracias muy bien, pero eso no fortalecerá a la gente que te oye. NTV.
    Cada uno de los dones dados por el Espíritu Santo a los redimidos por la preciosa sangre de Jesucristo, son para edificar al cuerpo de Cristo y a los que todavía no han alcanzado esa redención, por lo tanto, ningún don espiritual dado por el Espíritu es para la propia edificación del creyente. Uno de los dones Espirituales mal empleados en algunas congregaciones protestantes, es el don de lenguas. Pues en estas congregaciones, los líderes incitan a todos sus miembros para que procuren este don espiritual. Procurar este don espiritual en si no es malo, ya que ningún don dado por el Espíritu Santo es malo, pues es un precioso regalo de parte de Dios para todos sus hijos. Lo inconveniente es que toda una congregación procure un mismo don, ¿Ya que si toda la iglesia tiene un mismo don como se podrían edificar?.
    Al igual que algunas congregaciones de la actualidad, lo redimidos de la iglesia de Corinto, procuraban o anhelaban tener el don de lenguas, ya que pensaban que el don de lenguas era superior a los otros dones dados por el Espíritu. También pensaban que si hablaban en lenguas extrañas para sus hermanos en Cristo, serían más espirituales, ya que alabarían y orarían en lenguas que solo Dios comprendería. Al pensar de esta manera, los creyentes de Corinto erraron, ya que al alabar y orar a Dios toda la congregación en lenguas extrañas, no estaban edificando al cuerpo de Cristo, sino a sí mismos, y no estaban cumpliendo la función para lo cual se les fueron dados los dones espirituales.
    Ante esta situación reinante en la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo les instruyó acerca de los dones espirituales, y específicamente del don de lenguas. El apóstol trató de dar a entender a los creyentes de Corinto, que si un hermano ora en una lengua extraña en una reunión de iglesia, su espíritu ora, pero, no solo tiene que orar el espíritu, sino todo el ser del creyente, para que su oración sea entendida por el Señor y todos los que están a su alrededor. Por eso, que al momento de cantar o de orar a Dios en medio de la congregación, el creyente debe hacerlo en una lengua que sea entendida por todos los miembros de la congregación, o exista alguien que pueda traducir la lengua en que se esté orando o cantando, y así toda la congregación sea edificada, caso contrario el hermano que habla en lenguas extrañas debe mantenerse en silencio.
    Cabe recalcar que el apóstol Pablo, cuando se refiere al don de lenguas, se esta refiriendo a los diferentes idiomas y dialectos hablados por los hombres de esa época, y no a lenguas extrañas que no se ha hablado por los hombres en este mundo. El Espíritu Santo da capacidad a los hombres de hablar en idiomas y dialectos que ellos nunca han estudiado o hablado, esto lo hace cuando dentro de una congregación existe una necesidad de que se hable una lengua diferente a que todos hablan. Por ejemplo, si a una congregación llega una persona que no hable el idioma dominado por toda la congregación, El Espíritu Santo dará a un miembro de la congregación para que hable el idioma del visitante y así comprenda la oración o el cántico que se esté entonando. Además, también dará a otro hermano la capacidad de interpretar esa lengua, para que el mensaje dado al visitante sea traducido a todos los miembros de la iglesia, y así exista una edificación de todo el cuerpo de Cristo.

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  • 1 CORINTIOS 13. EL AMOR
    Sep 27 2024

    EL AMOR

    1 CORINTIOS 13:1 Si yo pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo sólo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena. 2 Si tuviera el don de profecía y entendiera todos los planes secretos de Dios y contara con todo el conocimiento, y si tuviera una fe que me hiciera capaz de mover montañas, pero no amara a otros, yo no sería nada. 3 Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero, si no amara a los demás, no habría logrado nada. NTV.

    En la actualidad, se puede observar a personas realizando acciones caritativas en favor de las personas más necesitadas de la sociedad. Comparten con ellos, alimentos, vestimentas, les enseñan a leer y escribir, y hacen más acciones similares a estas. Pero muchas veces, estas acciones filantrópicas son realizadas con el deseo de ser reconocidos por la sociedad, y no movidos por el deseo de bienestar de las personas menos favorecidas de este mundo. Esto con frecuencia, es el resultado de que en sus corazones, el amor no es el sentimiento que gobierna su ser, sino el sentimiento de vanagloria y jactancia. De la misma manera, dentro del círculo cristiano, existen creyentes que manifiestan sus dones espirituales en favor del cuerpo de Cristo, pero muchas de estas manifestaciones son realizadas con el deseo de sobre salir y ser admirados por sus hermanos de la fe, mas no son movidos por su profundo amor a sus hermanos. Sin amor, nada de lo que hagan los creyentes por sus hermanos de la fe, o sus semejantes tiene valor ante los ojos de Dios.

    El amor es más importante que todos los dones espirituales ejercitados en el cuerpo de la iglesia. Por eso, el amor debe mover al creyente a actuar en favor de su prójimo, y no el deseo de sobresalir. Cuando Jesucristo vino a este mundo a dar su vida por toda la humanidad, no lo hizo con el deseo de sobresalir, sino por su profundo amor a toda la humanidad pecadora. El hombre saturado de pecado y de maldición era completamente indigno de cualquier clase de amor divino, pero aun así Dios lo amó. Aunque vio claramente todo lo repulsivo que es el género humano, se entregó tan profunda e intensamente por el bien de la humanidad, que hizo el sacrificio supremo por el pecado del hombre; “dio a su Hijo unigénito” para salvar a la humanidad caída en pecado. Este amor es más que ternura y afecto. Es el amor más elevado; busca el bienestar de aquéllos que son totalmente indignos de cualquier bondad y preocupación.

    El amor del creyente por sus semejantes, debe reflejar el amor de Dios por la humanidad pecadora. En el amor por sus semejantes, también deben elevar por encima de sus sentimientos y emociones, deben dedicarla a su bienestar, aunque no haya en ellos nada que les inspire amor sino repulsión, y aun si sus conductas les indigne y disguste. Esto lo deben hacer, ya que ellos mismos fueron amados por el Señor de los ejércitos Celestiales, pese a que no lo merecían. Sin el amor, aun los dones más grandes y las obras más nobles que puedan realizar los creyentes no tienen ningún valor. Por eso, toda manifestación de los dones espirituales en favor de la congregación o de la sociedad humana, deben ser realizadas por amor a sus semejantes, caso contrario, todo lo que hagan no valdrá de nada, aunque sean hechas con las mejores intenciones del mundo. Aun los sacrificios supremos que hagan los creyentes por el bienestar de otros, son inservibles si no están inspirados por el amor de Cristo en el corazón del creyente. Si de una sola vez dieran todos sus bienes para caridad; si en un sacrificio espléndido pudieran entregar su vida para sufrir un martirio feroz por una causa noble, pero si esos sacrificios fueran hechos sin el amor de Cristo, no serían nada.

    Queridos hermanos. El Espíritu Santo nos dio variedad de dones para edificar el cuerpo de Cristo. Dios en su amor y generosidad, derramó sus bendiciones en nuestra vida para que compartamos con las personas más necesitadas. Tanto, edificar al cuerpo de Cristo con nuestros dones, como compartir nuestras bendiciones con nuestro prójimo, deben ser hechas con amor, caso contrario, aun cuando con nuestras acciones cumplamos la voluntad de Dios, no valdrán nada ya que el (amor debe estar presente en todas nuestras acciones en favor de nuestro prójimo. Hermanos. El amor por nuestro prójimo, debe ser el don que nos mueva a hacer algo por el bienestar de ellos, ya que el amor es el don mas importante de todos los dones que podamos tener los hijos de Dios. Sin amor nada de lo que hagamos en favor de nuestros semejantes tendrán valor ante los ojos de nuestro amado Padre Celestial.

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  • 1 CORINTIOS 12. EL CUERPO DE CRISTO
    Sep 26 2024

    EL CUERPO DE CRISTO

    1 CORINTIOS 12:12 El cuerpo humano tiene muchas partes, pero las muchas partes forman un cuerpo entero. Lo mismo sucede con el cuerpo de Cristo. 13 Entre nosotros hay algunos que son judíos y otros que son gentiles; algunos son esclavos, y otros son libres. Pero todos fuimos bautizados en un solo cuerpo por un mismo Espíritu, y todos compartimos el mismo Espíritu. 14 Así es, el cuerpo consta de muchas partes diferentes, no de una sola parte. 18 … y Dios ha puesto cada parte justo donde él quiere. 22 De hecho, algunas partes del cuerpo que parecieran las más débiles y menos importantes, en realidad, son las más necesarias. 27 Todos ustedes en conjunto son el cuerpo de Cristo, y cada uno de ustedes es parte de ese cuerpo. NTV.

    El cuerpo humano está formado por órganos, tejidos y células. Estas al unirse, a la vez forman las diferentes partes más complejas del cuerpo humano; como los ojos, la nariz, los oídos, la boca, las extremidades, los diferentes aparatos y sistemas. El normal funcionamiento del cuerpo, depende del normal funcionamiento de cada uno de estos miembros, si alguno de ellos empieza a fallar, todo el cuerpo empieza a fallar, esto se debe a que los miembros del cuerpo humano están entrelazados entre sí. Los miembros a pesar de ser diferentes y cumplir funciones específicas, actúan armónicamente como una unidad, tal como el eterno Creador lo diseñó en el principio de la creación del ser humano.

    Al igual que el cuerpo humano está compuesto por diferentes partes o miembros, la iglesia de Cristo, está compuesto por diversidad de personas que llegaron a los pies de Cristo, y entregaron sus vidas a Él. Cada redimido al aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador, llega a formar parte del cuerpo de Cristo, que tiene su propio trasfondo, así como habilidades, talentos y dones dados por el Espíritu Santo. Es muy fácil que esas diferencias causen una división dentro de la iglesia, pero al igual que los diferentes miembros del cuerpo humano trabajan armónicamente, los miembros del cuerpo de Cristo deben trabajar armónicamente, cumpliendo la función que el Espíritu Santo les ha delegado dentro de la iglesia.

    Todos los creyentes al aceptar a Jesucristo en su corazón, son bautizados por el Espíritu Santo de Dios, forman parte de un cuerpo de creyentes, la iglesia, por eso debe haber una armonía entre sí. El creyente en su bautizo por el Espíritu Santo, no pierde su identidad personal, sino que posee una unidad en Cristo a pesar de seguir siendo individuos. Cuando una persona se hace cristiana, el Espíritu Santo hace en ella su residencia y viene a nacer dentro de la familia de Dios. Tras la conversión de la persona, la tercera persona de la divinidad, llena completamente su ser, y como miembros de la familia de Dios, están en capacidad de tener intereses diversos, así como también dones diferentes, sin dejar de tener una misma meta.

    Como todos son bautizados por el mismo Espíritu Santo, ningún miembro de la iglesia de Cristo, es más importante que el otro, todos son igual de importantes, porque cumplen funciones específicas e importantes delegados por el Espíritu de Dios. Por esta importancia de función que tiene cada miembro dentro de la iglesia, deben trabajar unánimes con un solo propósito. Con el propósito de edificarse mutuamente por medio de los dones espirituales que han recibido. También deben edificar a los que todavía no son partes de este cuerpo, y, sobre todo, trabajar unánimes para honrar y glorificar el santo nombre de su Señor y Salvador.

    Queridos hermanos. Todos los que hemos alcanzado la redención somos parte del Cuerpo de Cristo. Así como el cuerpo humano es un vehículo mediante el que una persona se expresa a otros, así el Cuerpo de Cristo es el vehículo en la tierra por medio del que Él escoge darse a conocer al mundo, por eso debemos trabajar unánimes como un solo cuerpo, poniendo nuestros dones para cumplir con los propósitos que el Señor ha establecido para su iglesia. Hermanos. Todos somos igual de importantes en el cuerpo de Cristo, porque todos fuimos bautizados por el mismo Espíritu, al igual, cumplimos funciones específicas y relevantes para que el cuerpo funcione con total normalidad, y cumpla su función para lo cual fue establecida en un principio. Todos debemos trabajar como un conjunto para que el nombre del Señor sea glorificado por todo alto, y por toda la eternidad.

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  • 1 CORINTIOS 11. LA MESA DEL SEÑOR
    Sep 25 2024

    LA MESA DEL SEÑOR
    1 CORINTIOS 11:27 … cualquiera que coma este pan o beba de esta copa del Señor en forma indigna es culpable de pecar contra el cuerpo y la sangre del Señor. 28 Por esta razón, cada uno debería examinarse a sí mismo antes de comer el pan y beber de la copa. 29 Pues, si alguno come el pan y bebe de la copa sin honrar el cuerpo de Cristo, come y bebe el juicio de Dios sobre sí mismo. 30 Esa es la razón por la que muchos de ustedes son débiles y están enfermos y algunos incluso han muerto. 31 Pero, si nos examináramos a nosotros mismos, Dios no nos juzgaría de esa manera. NTV.
    La solemnidad de la Cena del Señor, con el paso de los tiempos se ha ido perdiendo dentro de las iglesias protestantes. Por tal razón, los creyentes que participan de este sacramento ordenado por el Señor, no le dan la importancia y relevancia que este sacramento se merece. Los creyentes de este tiempo, no se dan cuenta de que participar de la mesa del Señor, es un enorme privilegio, y es mejor que estar a la mesa de un millonario, de un gobernante, o un rey. Participar de la mesa del Señor, no es para cualquiera, es solo para los que han alcanzado la redención y la libertad de toda condenación. Jesucristo hizo posible la participación de los redimidos en Su mesa, por medio de la entrega de su cuerpo y su sangre en el madero. Esta entrega total del Unigénito Hijo de Dios, debe ser una causa de que todos los que participan de su mesa, le den la relevancia y la importancia que se merece.
    Teniendo en cuenta que participar de la mesa del Señor es algo sagrado, los creyentes que tengan una conducta opuesta a la voluntad de Dios, no pueden participar de este solemne sacramento, ya que, al participar con una conducta reprochada por el Señor, se estarían condenando a sí mismos, pues serían culpables del cuerpo y de la sangre del Señor. Al participar con un corazón indigno, los creyentes en lugar de honrar el sacrificio de su Salvador en el madero, estarían participando de la culpa de los que le sacrificaron. En realidad, nadie es digno de participar de la mesa del Señor. Todos los redimidos son pecadores salvados por gracia. Esta es la razón por la cual los creyentes deben preparar su corazón para la comunión por medio de una introspección saludable, confesión de pecado y el arreglo de diferencias con otros hermanos de la fe, familiares y personas de su entorno. Estas acciones removerán las barreras que afectan la relación del creyente con Cristo y con otros creyentes.
    Antes de participar de la mesa del Señor, los creyentes tienen que hacerse un auto análisis de su relación con Dios y con su prójimo. Si al realizarse este auto análisis se dan cuenta de que sus relaciones no andan bien y tienen asuntos no resueltos con su prójimo, o tienen pecados no confesados a Dios, los creyentes deben abstenerse de participar de la mesa del Señor, ya que si participan pese a saber que tienen un corazón indigno, serán severamente juzgados por el Señor. Para no ser parte de este juicio, el creyente cuando acuda a la mesa del Señor, debe hacerlo en una condición juzgada. Debe confesar y abandonar el pecado; debe hacer restitución; debe pedir perdón a aquellos a los que ha ofendido con sus acciones o con sus palabras. En general, debe asegurarse de que están en un estado apropiado de alma, porque el cuerpo del Señor fue dado para que el pecado pudiese ser quitado. Si los creyentes persisten en vivir en pecado, a la vez que participan de la mesa del Señor, viven una completa mentira y estarían caminando a su propio juicio en esta vida o en el final de los tiempos.
    Queridos hermanos. Participar de la mesa del Señor, no debe tomarse con ligereza, este nuevo pacto le costó a Jesús su vida en el madero. La Santa Cena no es un ritual sin significado, sino un sacramento dado por Cristo para ayudarnos a fortalecer nuestra vida de comunión con Él y con nuestro prójimo, por eso, antes de participar de este sacramento, debemos hacernos un auto análisis de nuestras relaciones con Dios y con nuestro prójimo, si nuestras relaciones no son correctas, debemos

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  • 1 CORINTIOS 10. SEÑALES DE ADVERTENCIA
    Sep 20 2024

    SEÑALES DE ADVERTENCIA

    1 CORINTIOS 10:1 Amados hermanos, no quiero que se olviden de lo que les sucedió a nuestros antepasados hace mucho tiempo en el desierto. Todos fueron guiados por una nube que iba delante de ellos y todos caminaron a través del mar sobre tierra seca. 3 Todos comieron el mismo alimento espiritual 4 y todos bebieron la misma agua espiritual. Pues bebieron de la roca espiritual que viajaba con ellos, y esa roca era Cristo. 5 Sin embargo, Dios no se agradó con la mayoría de ellos, y sus cuerpos fueron dispersados por el desierto. 6 Esas cosas sucedieron como una advertencia para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo como hicieron ellos, 11 ... Se pusieron por escrito para que nos sirvieran de advertencia a los que vivimos en el fin de los tiempos. NTV.

    Cada una de las naciones del mundo, se encuentran rígidas por sus propias leyes. Estas leyes tratan de que la convivencia entre los ciudadanos sea pacífica y armónica. Por eso, para cumplir este propósito, el quebranto de alguna de estas leyes tiene consecuencias. Pese a saber de las consecuencias, muchas personas han quebrantado las leyes de su nación, por tal razón han tenido que pagar las consecuencias de sus acciones, dependiendo de la gravedad de la infracción cometida. Algunos han tenido que pagar multas económicas, otros han tenido que ser recluidos en los centros penitenciarios, y otros han sido condenados a la pena de muerte. Todo esto por quebrantar alguna ley de su nación. Estas consecuencias, son un ejemplo para que las personas piensen bien antes de quebrantar alguna ley, pues al infringir tendrán que pagar las consecuencias de sus acciones.

    Hoy en día, muchas personas se encuentran recluidas en los centros penitenciarios, pagando la pena por haber quebrantado las leyes de su nación. Esto debe ser un ejemplo claro para que las nuevas generaciones no quebranten las leyes de su nación. Al igual que existen ejemplos evidentes de las consecuencias de quebrantar las leyes humanas, también existen ejemplos evidentes de las consecuencias de quebrantar las leyes divinas. Estos ejemplos se encuentran debidamente detallados a lo largo del Antiguo Testamento. Dios una vez que liberó al pueblo hebreo de su esclavitud, los sustentó con todo lo necesario en su travesía por el desierto hasta que llegaran a la tierra prometida. Pese a que recibieron todas las dádivad de las manos generosas de Dios, nunca estuvieron conformes, siempre querían algo más, incluso, anhelaban regresar a Egipto donde habían sido esclavos del faraón por muchos años. El pueblo hebreo había abandonado Egipto físicamente, pero sus corazones seguían en Egipto. Gozaban de una liberación física de la esclavitud de Faraón, pero seguían anhelando en sus corazones los placeres pecaminosos de aquel país.

    El pueblo hebreo no esperó regresar a Egipto para enfrascarse en los pecados de ese país, sino que en el desierto empezaron a practicar toda clase de pecados repudiados por Dios. Este comportamiento de su pueblo escogido no le agradó a Dios, razón por la cual tuvo que diciplinarlos y así frenar el pecado de esa nación y toda inmoralidad sexual. Estas severas disciplinas de Dios sobre su pueblo escogido, quedaron debidamente registradas para que todas las generaciones futuras del mundo, sepan que la práctica del pecado trae consecuencias funestas a la vida de los hombres. Los acontecimientos que tuvieron lugar en el tiempo del Éxodo, son una enseñanza para que los creyentes de esta generación no cometan los mismos errores que el pueblo escogido. Los hijos de Israel son en realidad ejemplos para los creyentes, mostrándoles lo que les puede suceder si también codician las cosas malas, como ellos lo hicieron. Al leer el Antiguo Testamento deberíamos leerlo no sólo como una historia, sino como un contenido de lecciones de gran importancia práctica para nuestras vidas en el día de hoy.

    Queridos hermanos. Dios tiene un inmenso amor por todos sus escogidos, pero ese amor no sobrepasa a los requerimientos de su justicia. Por eso, pese a su gran amor, no deja sin castigo a todo aquel que se rebele contra Él, y quebrante cada uno de sus mandamientos. La disciplina de Dios sobre el pecado es algo real, y esto lo podemos evidenciar al leer la historia del pueblo hebreo. Dios disciplinó con severidad a su pueblo cuando se reveló contra Él. Estas disciplinas quedaron registradas para que todos nosotros no cometamos los mismos errores. Hermanos. Sabemos que la justicia de Dios demanda un castigo severo sobre todo aquel que quebrante las leyes divinas. Teniendo este conocimiento no debemos revelarnos en contra de Dios, pues si lo hacemos, seremos severamente disciplinados al igual que fue disciplinado el pueblo hebreo en el pasado.

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  • 1 CORINTIOS 9. COMPARTIR EL EVANGELIO
    Sep 19 2024

    COMPARTIR EL EVANGELIO
    1 CORINTIOS 9:16 Sin embargo, predicar la Buena Noticia no es algo de lo que pueda jactarme. Estoy obligado por Dios a hacerlo. ¡Qué terrible sería para mí si no predicara la Buena Noticia! 17 Si lo hiciera por mi propia iniciativa, merecería que me paguen. Pero no tengo opción, porque Dios me ha encomendado este deber sagrado. 18 ¿Cuál es, entonces, mi paga? Es la oportunidad de predicar la Buena Noticia sin cobrarle a nadie. Por esa razón, nunca reclamo mis derechos cuando predico la Buena Noticia. NTV.
    La predicación de las Buenas Nuevas de salvación y vida eterna, se ha vuelto muy rentable para algunos sacerdotes, pastores y maestros de las iglesias cristianas. Pues estos hombres cobran por compartir el evangelio de la cruz con el pretexto de que cada obrero es digno de su salario. Algunos llegan a cobrar cantidades exorbitantes por una hora de predica en las iglesias, campañas evangelísticas, encuentros, conciertos y programas de avivamiento espiritual. Cuando tienen que trasladarse de una ciudad a otra para exponer el evangelio, presentan grandes exigencias como: boletos de primera clase, habitaciones lujosas, comidas gourmet, guarda espaldas, etc. Si no son cumplidas algunas de estas exigencias, algunos desisten en ir y presentarse, privando así del evangelio a muchas personas que posiblemente no tengan otra oportunidad de escuchar la palabra de Dios.

    El apóstol Pablo, siendo uno de los mejores expositores de las buenas nuevas de salvación de su tiempo, no cobraba por compartir el evangelio, ya que sabía que la tarea que realizaba no era por su propia iniciativa, sino un mandato que el Señor le había dado en el momento de su encuentro personal con Él. Por eso ni siquiera se gloriaba por compartir el evangelio a las personas que caminaban a su propia destrucción a causa de sus delitos y pecados. El apóstol, tenía un impulso divino de predicar el mensaje de la salvación, y se sentía constreñido a hacerlo. Además, sabía que si no lo hacía, sería el más desgraciado de los hombres por no obedecer a la comisión divina dado por su Señor y Salvador. Esto no significaba que el apóstol no estaba dispuesto a predicar el evangelio, sino que la decisión de predicar no venía de él mismo, sino del Señor.
    Pablo pese a su ardua labor como evangelista, pastor y maestro, no exigió su derecho de manutención, porque el ministerio que llevaba adelante no era una ocupación que él hubiese escogido. Había sido puesto en él por la voluntad del único Dios verdadero para que sea su testigo delante de los hombres inconversos. El apóstol no exigía ninguna retribución económica por compartir el evangelio, ya que consideraba que la predicación de las Buenas Nuevas de salvación y vida eterna, era un enorme privilegio que el Señor le daba. Con esta oportunidad que se le daba, se sentía por bien pagado. Sin duda, la predicación del evangelio es un enorme privilegio que el Señor da a sus escogidos, por eso ningún verdadero siervo de Dios debe esperar que se le pague por cumplir esta tarea encomendada por el Señor.
    Si el apóstol Pablo nunca cobró por compartir el evangelio, ni exigió un salario por su trabajo ministerial: ¿Porque muchos sacerdotes, pastores y maestros en la actualidad, exigen que se les pague por compartir el evangelio de Cristo? .Esto se debe a que la mayoría de ellos no son verdadero siervos de Dios, sino unos simples asalariados, o falsos siervos de Dios, que hacen del ministerio una fuente de su ingreso económico, y hacerse millonarios a costa de la fe en el Hijo de Dios de algunos adeptos. Por supuesto, no está mal que un verdadero siervo de Dios sea sustentado por su iglesia, siempre y cuando la iglesia cuente con ingresos económicos suficientes, pero si no existiera, el verdadero siervo de Dios no privaría a la congregación de escuchar la palabra de Dios, sino que compartiría el evangelio, sabiendo que es un enorme privilegio el hacerlo.

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  • 1 CORINTIOS 8. RESPONSABILIDAD DEL CREYENTE MADURO
    Sep 18 2024

    RESPONSABILIDAD DEL CREYENTE MADURO
    1 CORINTIOS 8:9 … ustedes deben tener cuidado de que su libertad no haga tropezar a los que tienen una conciencia más débil. 10 Pues, si otros te ven con tu conocimiento superior comiendo en el templo de un ídolo, ¿acaso no se sentirán alentados a violar su conciencia al comer un alimento que se ofreció a un ídolo? 11 Así que, a causa de tu conocimiento superior, se destruirá un creyente débil por quien Cristo murió. 12 Y, cuando ustedes pecan contra otros creyentes al alentarlos a hacer algo que para ellos está mal, pecan contra Cristo. NTV.
    Jesucristo con su sacrificio en la cruz del calvario, trajo libertad a toda la humanidad que se encontraba bajo la condenación a causa de sus delitos y pecados. Ahora toda persona que acepta el sacrificio de Cristo es totalmente libre. Pero no libre para hacer las cosas que bien le parece, sino libre para vivir sin el temor de ser condenado en el final de los tiempos. La libertad en Cristo tiene muchas responsabilidades, una de ellas: es actuar sabiamente en medio de los hermanos que recién están caminando en los caminos del Señor. Debido a que los recién convertidos a Cristo, todavía no están bien cimentados en la palabra de Dios, ni tampoco están en capacidad de discernir de lo que es permitido o no por el Señor. Por su falta de madurez, este grupo de hermanos pueden tropezar al ver el ejemplo de otros creyentes que ya están años y años en los caminos del Señor.
    Debido a la debilidad de los nuevos creyentes, el apóstol Pablo instruye a los creyentes maduros en la fe, para que actúen sabiamente en presencia de sus hermanos menores. Específicamente esta instrucción es acerca de comer alimentos ofrecidos a los ídolos. Por su puesto el comer de estos alimentos no trae ningún provecho para los redimidos por la sangre de Cristo, ni tampoco lo perjudica el no comerlo, ya que a los ídolos o dioses a quienes lo dedican, no tienen ninguna clase de poder, solo existe un único Dios verdadero que creó todo el universo. El creyente maduro sabe esta verdad, pero el que recién camina en los caminos del Señor no lo sabe, y para él, comer de los alimentos ofrecidos a los ídolos es pecado. Por eso si un creyente inmaduro, ve a uno de sus hermanos que están años en los caminos del Señor comer de estos alimentos, pensará que esta pecando, o que es permitido comer de estos alimentos, con este pensamiento, él lo practicará, pero sin un conocimiento previo de la verdad, y al hacer esto, estará pecando contra su conciencia.
    Para que no exista una interpretación errónea de las acciones por parte de los creyentes inmaduros, el apóstol Pablo recomienda a los creyentes maduros en la fe que se abstengan de comer alimentos ofrecidos a los ídolos, y así no ser una piedra de tropiezo para ellos. No hay nada que ganar al comer alimentos ofrecidos a los ídolos, pero podría haber mucho que perder si al comer de estos alimentos se hace tropezar a un cristiano que recién está dando sus primeros pasos en el camino de la salvación y la vida eterna. Un cristiano tiene libertad para comer carne que ha sido previamente sacrificada a los ídolos, pero sería totalmente malo de su parte hacerlo si con ello hace tropezar a los hermanos o hermanas débiles. El amor por su hermano recién convertido a Cristo, debe primar en el corazón de los creyentes maduros y abstenerse de cualquier práctica que pueda causar que su hermano abandone los caminos del Señor. La vida de un creyente es muy valiosa, ya que Cristo entregó su preciosa vida en la cruz para darle salvación y vida eterna, por eso los creyentes que están años en los caminos del Señor, deben velar por la vida espiritual de los creyentes nuevos o inmaduros, y ayudarles en su camino al reino de los cielos. Deben velar para que ninguno de ellos se pierda, y menos si es por un mal testimonio mostrado.

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