Episodios

  • La carta que no escribi
    Apr 12 2025
    No se en qué momento mi hija y yo empezamos a hablarnos menos. Antes nos reíamos por cualquier tontería, nos contábamos todo… y ahora, todo eran silencios. Silencios largos. Casi fríos. Y puertas cerradas. Había días en los que parecía que cualquier palabra mía era una chispa que encendía una discusión. Yo, que siempre me he esforzado por comprender a los demás, sentía que no sabía cómo entenderla a ella. Mi niña. Una noche me senté con una libreta en las manos. Solo necesitaba sacar todo eso que me pesaba. Y entonces escribí. No para ella, sino para mí. Y para esa parte de mí que todavía arrastra historias que nunca se contaron. “Hija, No sé cuándo dejamos de hablarnos como antes. No sé en qué momento sentiste que yo era el enemigo. Solo sé que me duele más tu indiferencia que tus enojos. Porque me recuerda a mi yo de antes. Al adolescente que también se encerraba en su cuarto porque no sabía cómo pedir que me escucharan.” Seguí escribiendo. Recordé mi propia juventud, mis heridas, mis batallas calladas, mis ganas de que alguien me abrazara sin pedirme explicaciones. Recordé cómo me prometí que, si algún día tenía una hija, yo sería distinto. Pero ahora… ahora sentía que no sabía si lo estaba logrando. Al terminar la carta, me sentí vacío y lleno al mismo tiempo. No iba a dársela. No hacía falta. Lo importante era que yo, al fin, había sido honesto conmigo. Guardé la carta en una caja junto a una fotografía suya, de cuando apenas tenía cuatro años y se dormía abrazada a mi cuello. Y entonces lo supe: lo que necesitaba no era una estrategia. Era Paciencia. Y amor del bueno, de ese que se queda aunque no se note. Esa noche, cuando regresó a casa, le ofrecí algo sencillo: un abrazo. Largo. Sin palabras. Un abrazo de esos que contienen todas las palabras no dichas. No le pedí explicaciones. Solo le dije: —Estoy aquí. Cuando quieras, te escucho. Pasaron algunas semanas. Y una mañana, sobre la mesa, encontré una nota suya, escrita con su letra desordenada, como cuando era niña: “Gracias por no rendirte conmigo. Perdón por no saber cómo decirte lo que siento. Yo también estoy intentando entenderme.” Y ahí lo entendí todo. A veces, nuestras hijas no se están alejando. Solo están aprendiendo a encontrarse. Y necesitan saber que, cuando estén listas, estaremos ahí. Sin juicios. Con los brazos abiertos. Porque el amor no siempre habla fuerte. A veces, solo espera. Y abraza.
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  • Cuida tu cuerpo
    Apr 12 2025
    No era ansiedad era exceso de azúcar , , , no era artritis era inflamación por exceso de gluten . . . no era taquicardia era falta de magnesio . . . no era insomnio, era falta de exposición al sol . . . no era falta de concentración sino falta de omega 3 . . . no era fatiga crónica era deshidratación. . . . No eran dolores musculares, era falta de potasio. . . . No era alergia era exceso de lácteos , , , No eran resfriados frecuentes, era deficiencia de vitamina C , , , El síntoma es el idioma de cuerpo para avisarte que algo requiere de tu atención. . . Escucha a tu cuerpo, está intentando decirte algo
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    1 m
  • El niño y el zapatero
    Mar 26 2025
    Don Julián era un viejo zapatero que llevaba más de 40 años remendando zapatos en su pequeño taller. Todos en el barrio lo conocían por su habilidad, pero también por su carácter serio y reservado. Un día, un niño llamado Tomás entró al taller con un par de zapatillas rotas. —¿Puede arreglarlas, señor? Son mis favoritas, pero mi mamá no puede comprarme otras. Don Julián tomó las zapatillas con gesto indiferente. Estaban en muy mal estado, casi imposibles de reparar. —No prometo nada —gruñó, mientras las examinaba. Tomás iba todos los días a ver si estaban listas. Se quedaba mirando al viejo zapatero trabajar, haciéndole preguntas sobre el cuero, las herramientas y los diferentes tipos de costuras. Al principio, Don Julián solo respondía con monosílabos, pero con el tiempo empezó a explicarle pequeños trucos del oficio. Cuando finalmente entregó las zapatillas reparadas, el niño las miró maravillado. —¡Están como nuevas! Gracias, señor. Antes de irse, Tomás le preguntó: —¿Puedo venir a ver cómo trabaja? Quiero aprender. El zapatero bufó. —Este trabajo no es para niños. Es difícil y requiere paciencia. Pero Tomás seguía apareciendo todos los días, observando y ayudando con pequeñas tareas. Poco a poco, Don Julián empezó a enseñarle más, hasta que, sin darse cuenta, el niño se convirtió en su aprendiz. Pasaron los años, y Tomás se convirtió en un excelente artesano. Un día, Don Julián cayó enfermo y tuvo que cerrar el taller. Para su sorpresa, Tomás lo volvió a abrir, manteniendo vivo su legado. Años después, cuando Don Julián falleció, su pequeño taller se había convertido en un prestigioso negocio de calzado artesanal. En la entrada, una placa decía: “Aquí trabajó Don Julián, el hombre que me enseñó que un buen zapato, como una buena vida, se construye con paciencia, esfuerzo y amor.” Moraleja: El verdadero aprendizaje no siempre está en los libros ni en las escuelas, sino en las manos y el corazón de quienes están dispuestos a enseñar. A veces, el mejor legado que dejamos no es lo que construimos, sino a quiénes inspiramos en el camino. Y por supuesto siempre agradecer a todas las personas que nos ayudan en nuestro camino.
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    2 m
  • Hoy decido brillar
    Mar 20 2025
    Existe un día en el que te despiertas y algo dentro de ti hace clic. Es el momento en que decides que ya no vas a esperar más, que la vida es hoy, que cada segundo cuenta y que tú eres el protagonista de tu historia. Abro los ojos y sonrío. Estoy aquí, respiro, siento. Me levanto con fuerza, me planto frente al espejo y me regalo la mejor de mis sonrisas. Me veo, me reconozco, me celebro. Porque soy luz, porque soy energía, porque dentro de mí hay un universo de posibilidades. Abro las ventanas y dejo que el sol entre hasta el último rincón de mi casa y de mi alma. Respiro profundo. El aire me llena de vida, me recuerda que estoy aquí para disfrutar, para aprender, para amar. Camino por la calle y todo tiene sentido. El café caliente entre mis manos, la risa espontánea de un niño. Todo es un regalo, todo es perfecto en su simpleza. Me emocionan los detalles: la pareja que se mira con ternura, los abuelos que caminan despacio pero firmes, el artista callejero que canta con pasión, el perro que mueve la cola sin esperar nada a cambio. Tengo pensamientos positivos. Tengo ganas. Tengo sueños que están esperando que los haga realidad. Y lo haré. Porque puedo, porque quiero, porque merezco todo lo bueno que la vida tiene para darme. Cada persona que encuentro me aporta algo, cada conversación me deja una lección, cada desafío me fortalece. Me rodeo de quienes suman, de quienes brillan, de quienes entienden que la vida es demasiado corta para vivir en la queja y el miedo. El camino me sorprende con oportunidades, con puertas que se abren justo cuando más las necesito. Y si alguna se cierra, sonrío y sigo adelante, porque sé que algo mejor me espera más adelante. Las señales están en todas partes. Las veo porque estoy atento, porque creo en la magia de la vida, porque confío en que el universo conspira a mi favor. Si hay tráfico, agradezco el momento de pausa. Si llueve, disfruto del sonido del agua y del aroma a tierra mojada. Todo tiene un lado hermoso si sabes dónde mirar. Me gustan las palabras que construyen, las que sanan, las que elevan. Me gusta sentir, crear, compartir. Hoy decido brillar. Hoy decido que cada instante es una oportunidad para ser feliz. Hoy, como todos los días, elijo la vida en su mejor versión.
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    2 m
  • Feliz dia del Padre
    Mar 19 2025
    A mi padre, con el tiempo vas entendiendo que en esta vida todo pasa para algo mejor si así nos lo tomamos
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    3 m
  • Necesito respuestas
    Mar 18 2025
    A ver si puedes ayudarme con respuestas para estas preguntas.
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  • El secreto del éxito y la felicidad
    Mar 16 2025
    Aqui te traigo la respuesta de cual es el secreto del éxito y la felicidad,
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    3 m
  • No escuches las críticas
    Mar 12 2025
    ¿Cuántas veces has hecho caso de las críticas de los demás? sobre todo de tu gente cercana, que te han dicho que no puedes, que no vales, que a dónde vas, que tú no has nacido para eso, que estás loco… Escucha bien estas historias reales de gente muy famosa. • Después de que no lo cogieron en el equipo de baloncesto de su escuela, se encerró en su cuarto a llorar, no quería salir te estoy hablando de Michael Jordan. • Se presentaron con su música y Fueron rechazados por Decca Recording, quienes dijeron: "No nos gusta su sonido, no tienen futuro en el mundo musical”. Eso se lo dijeron a The Beatles. • Era Mal estudiante, y sus problemas personales con las drogas y la pobreza provocaron un intento suicida, pero se levantó y ahora es un grande de la música seguro que conoces a Eminem. • Ahora te cuento que este otro hombre fue despedido de un periódico porque "no tenía suficiente imaginación" y "no tenía ideas originales”, eso se lo dijeron a Walt Disney. • Mira qué curioso como este otro genio, a sus 30 años cayó en depresión después de haber sido echado de la compañía que el mismo creó. ¿Sabes de quien te hablo? ni más ni menos que Steve Jobs. • Esta mujer fue despedida de su trabajo como reportera de noticias porque según palabras de la directiva: "No servía para trabajar en la televisión. Si que tuvo ojo ese directivo que expulsó a Oprah Winfrey. • Fíjate, uno de los hombres más inteligentes del mundo, que ha marcado un antes y un después en la ciencia, no habló hasta los 4 años de edad y sus maestras decían que nunca aprendería mucho, que no sacaría estudios, está claro que no dieron una con Albert Einstein. No dejes que jamás te roben tus sueños, lucha y dale a fuego a eso que tu alma te dice que tires para adelante, no temas equivocarte porque Si nunca has fallado, es porque nunca has tratado de hacer algo nuevo.
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    2 m
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