Aranceles: ¡Un arma de doble filo!

De: Torin Stigham

Narrado por: Virtual Voice

Estados Unidos es la economía cerrada más grande del mundo después de Brasil, ya que tenemos suficiente producción agrícola, recursos naturales y diversidad en la economía para dejar de comerciar con el resto del mundo durante décadas. Sin embargo, éste no es un escenario ideal, ya que el comercio genera una mayor competencia dentro de los mercados nacionales y reduce los precios para todos los consumidores. Los aranceles son un impuesto a los consumidores que los gobiernos de todo el mundo utilizan para frenar el gasto y como herramienta económica a corto plazo para una mayor diplomacia y, a largo plazo, como arma diplomática. Pueden perjudicar el PIB y el PNB del país al que se aplica el impuesto, pero históricamente se ha demostrado que esto tiene un éxito mínimo. En general, los aranceles perjudican a las personas más pobres de los países que los utilizan, así como a los países en los que se aplican, y han tenido resultados terribles en el pasado, es decir, la Segunda Guerra Mundial. La respuesta natural a los aranceles deLos gobiernos son aranceles de represalia, que perjudican tanto a los gobiernos que los utilizan como a las personas que representan. Para las economías capitalistas, el impacto es menor, ya que los gobiernos no otorgan beneficios masivos a la gente y, por lo tanto, pueden jugar al juego de los aranceles por más tiempo. Los aranceles y los derechos recíprocos pueden hacer que los gobiernos socialistas se vuelvan insolventes muy rápidamente. En todos los tipos de economías, conducen a una falta de competencia, innovación y aumento de precios a nivel interno. El libre comercio en combinación con pequeños impuestos en los puntos de venta es ideal, ya que permite mayores opciones dentro de los mercados, más actividad económica y que todas las personas dentro de una nación, especialmente los pobres, tengan un nivel de vida más alto. Los aranceles son necesarios para las naciones, ya que sus socios comerciales pueden estar utilizando aranceles de exportación sobre bienes que salen de sus países, por ejemplo, China y el Partido Comunista Chino, para recaudar fondos para aumentar el gobierno, participar en proyectos económicos a gran escala y militarizarse. Esto es preocupante, y las naciones que están recibiendo estosLas importaciones deben tener esto en cuenta. La realidad es que con la tecnología blockchain, la criptografía y los sistemas informáticos modernos, los gobiernos pueden monitorear y rastrear fácilmente el origen de los productos, los procedimientos tributarios y la corrupción involucrada con la importación y exportación de bienes. Estos datos se pueden analizar muy rápidamente y en tiempo real utilizando software y hardware de aprendizaje automático, por lo que la mejor estrategia para las naciones es desarrollar acuerdos y asociaciones de libre comercio en combinación con el seguimiento de su actividad. Los aranceles pueden usarse como herramienta diplomática en el corto plazo, pero en última instancia, son malos para todas las naciones. Sin embargo, los derechos pueden y deben usarse para implementar el sistema antes mencionado y garantizar que el libre comercio y las "verdaderas" asociaciones realmente se produzcan. El comercio y la diplomacia son las mejores cosas que podemos ofrecernos unos a otros como seres humanos; lo opuesto a esto serían los aranceles, las luchas internas y la guerra. Claramente, la segunda opción es peor para todos, no mejora nuestra especie y deja un mundo peor para los que están por venir, ¡específicamente para nuestros niños!

"Lo más importante que ha sacado a la gente de la pobreza es el libre comercio". -George Osborne