En el bicentésimo décimo programa de Poesía Exterior escuchamos al exfutbolista y escritor José Antonio Martín Otín -Petón-, a quien le bastan las palabras para seguir apasionándose cuando el balón se busca a sí mismo en el terreno de juego.

Las palabras sinceras siempre son hermosas independientemente del dolor o la alegría que provoquen. Todas las mentiras tratan de solucionar apenas el presente, el escurridizo ahora. La palabra honesta te da, por el contrario y aunque te perturbe, una oportunidad para el futuro.

En la bicentésimo novena desobediencia de Poesía Exterior, creemos adecuado recordar que todo está bajo control… del enemigo.

Obedecemos por ausencia de principios personales, por pereza y sólo a aquel que nos asusta. Obedecemos por costumbre y aprendimos la costumbre en el colegio. No obedecemos para que nos amen sino para evitar que nos lastimen. Obedecemos, incluso, para evitar quedarnos solos sintiéndonos erróneamente acompañados. Y, de tanto que evitamos ser nosotros mismos, acabamos obedeciendo sólo al que mejor nos evita para que no podamos comprender a quién obedecemos.

En el bicentésimo octavo programa de Poesía Exterior o el intento permanente, ante los demás, de aparentar ser razonables—; escuchamos a la historiadora Margarita Márquez Padorno —profesora Titular de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid y directora de su Unidad de Igualdad, licenciada en Periodismo y Jefa de la Unidad de Igualdad del Tribunal de Cuentas de España— acerca de las mujeres más relevantes en los orígenes del pensamiento feminista mediante el empleo de sus propias palabras en la tradición poemática mitológica hebrea, grecolatina, medieval; en la tradición científica e intelectual renacentista, Edad Moderna y Revolución Francesa; hasta la fundación de los principios feministas con sus diferentes sensibilidades.

Feliz agosto, hermoso ser humano, no fuera a hacerte falta.

En el bicentésimo séptimo programa de Poesía Exterior escuchamos al poeta Miguel Rix: una perdición cada vez que se encuentra y el punto de encuentro para quienes se saben perdidos, un desacomplejado bostezo frente al fin del mundo, el último escalón de una escalera que no existe y la primera escalera que no precisa de peldaños; quien se desmiente tantas veces que se ha vuelto verdadero.

Todo continúa bajo control… del enemigo.

En el bicentésimo sexto programa de Poesía Exterior o la incorregible manía que tenemos los humanos de olvidarnos de que somos animales, escuchamos al poeta Miguel Martínez López; nos excita la necesidad de sentarte en las rodillas para tratar de despertarte a besos de tus propias obsesiones.

¿Por qué disfrutamos las personas animalizándolo todo al mismo tiempo que no nos consideramos animales siéndolo sin el menor atisbo de duda?

¡Feliz Júpiter!

En el centésimo quinto recordatorio del mundo real en el que toda verdad es un acto de guerra y por eso pocos se atreven a permanecer en el frente, escuchamos al poeta Rubén Chimeno Fernández reflexionar acerca de su amor propio.

Hay muchos españoles que se quieren pero pocos se quieren orgullosos de hacerlo, pues sólo viven orgullosos quienes han ganado con sus actos el derecho de quererse.

Quiérete no fuera a hacerte falta.

En bicentésimo cuarto atrevimiento de Poesía Exterior -de los poetas asianistas, afectados y crípticos esperamos, al menos, poemas ininteligibles; pero de los poetas cobardes, aunque sean espontáneos, naturales y lacónicos no esperamos absolutamente nada- escuchamos a la maestra Rosario Díaz Yubero, Charo, para quienes aprendieron a quererla en el aula y en el patio.

¿Por qué se nos dice que somos infantiles como si la infanta fuese un defecto?, ¿hay que abandonar la infancia para convertirse en un adulto?, ¿Cómo se enseña a un ser humano, desde su mismísima infancia, a ser valiente?…

¡Feliz Júpiter!

En el bicentésimo tercer sinsentido de Poesía Exterior o la seriedad que supone comprender que todo y nada tienen el mismo sentido, escuchamos a la poeta María Elena Fernández-Miranda como quien escucha con los músculos, la esperanza o el pómulo derecho.

¿Perciben los poetas sobre sus hombros el peso de toda la humanidad?, ¿se acaloran más los poetas cuando están a punto de encontrar una idea o cuando la pierden?, ¿pierden algunos poetas, cuando escriben, la conciencia de su propio cuerpo?…

Sé feliz no fuera a hacerte falta.