Episodios

  • Evangelio del sábado 3 de mayo de 2025 (Juan 14, 6-14)
    May 2 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 6-14
    En aquel tiempo, dijo Jesús a Tomás:
    «Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí».
    «Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
    Felipe le dice:
    «Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
    Jesús le replica:
    «Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre" ? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras, Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras.
    En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores, porque yo me voy al Padre. Y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré».
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    2 m
  • Evangelio del viernes 2 de mayo de 2025 (Juan 6, 1-15)
    May 1 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 6, 1-15
    En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
    Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
    Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
    «¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
    Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
    Felipe le contestó:
    «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
    Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
    «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?».
    Jesús dijo:
    «Decid a la gente que se siente en el suelo».
    Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos cinco mil.
    Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
    Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
    «Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
    Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía:
    «Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
    Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo.
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    3 m
  • Evangelio del jueves 1 de mayo de 2025 (Juan 3, 31-36)
    Apr 30 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 31-36
    El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra es de la tierra y habla de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. De lo que ha visto y ha oído da testimonio, y nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz.El que Dios envió habla las palabras de Dios, porque no da el Espíritu con medida. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. El que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
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    1 m
  • Evangelio del miércoles 30 de abril de 2025 (Juan 3, 16-21)
    Apr 29 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 16-21
    Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
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    2 m
  • Evangelio del martes 29 de abril de 2025 (Mateo 11, 25-30)
    Apr 28 2025
    Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 25-30
    En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo:
    «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, así te ha parecido bien.
    Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
    Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
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    2 m
  • Evangelio del lunes 28 de abril de 2025 (Juan 3, 1-8)
    Apr 27 2025
    Lectura del santo evangelio según san Juan 3, 1-8
    Había un hombre del grupo de los fariseos llamado Nicodemo, jefe judío. Este fue a ver a Jesús de noche y le dijo:
    «Rabí, sabemos que has venido de parte de Dios, como maestro; porque nadie puede hacer los signos que tú haces si Dios no está con él».
    Jesús le contestó:
    «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios».
    Nicodemo le pregunta:
    «¿Cómo puede nacer un hombre siendo viejo? ¿Acaso puede por segunda vez entrar en el vientre de su madre y nacer?».
    Jesús le contestó:
    «En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que nace de la carne es carne, lo que nace del Espíritu es espíritu. No te extrañes de que te haya dicho: “Tenéis que nacer de nuevo”; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabemos de dónde viene ni adónde va. Así es todo lo que ha nacido del Espíritu».
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    2 m
  • Evangelio del domingo 27 de abril de 2025 (Juan 20, 19-31)
    Apr 26 2025
    Lectura del santo Evangelio según San Juan 20, 19-31
    Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en
    medio y les dijo:
    «Paz a vosotros».
    Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
    «Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo».
    Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo:
    «Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos».
    Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían:
    «Hemos visto al Señor».
    Pero él les contestó:
    «Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo».
    A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo:
    «Paz a vosotros».
    Luego dijo a Tomás:
    «Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente».
    Contestó Tomás:
    «Señor mío y Dios mío!».
    Jesús le dijo:
    «¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados los que crean sin haber visto».
    Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre.
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    3 m
  • Evangelio del Sábado 26 de abril de 2025 (Marcos 16, 9-15)
    Apr 25 2025
    Lectura del santo evangelio según san Marcos 16, 9-15
    Jesús, resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había echado siete demonios. Ella fue a anunciárselo a sus compañeros, que estaban de duelo y llorando.Ellos, al oírle decir que estaba vivo y que lo había visto, no la creyeron.Después se apareció en figura de otro a dos de ellos que iban caminando al campo.También ellos fueron a anunciarlo a los demás, pero no los creyeron.Por último, se apareció Jesús a los Once, cuando estaban a la mesa, y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que lo habían visto resucitado.Y les dijo:
    «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».
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    2 m
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