NÚMEROS

LAS LECCIONES DEL DESIERTO

De: ENZO VERDUGO BIBER

Narrado por: Virtual Voice

Si tuviéramos que escoger de los sesenta y seis libros de la Biblia el que tuviera el nombre menos sexi de todos, probablemente sería el de Números. No obstante, la poca lectura de los libros del Antiguo Testamento por el pueblo cristiano, normalmente no tiene que ver con el atractivo de sus nombres. A decir verdad, si no nos familiarizamos con el mensaje del antiguo pacto, no lograremos comprender cabalmente las enseñanzas del Señor Jesús nI del resto del Nuevo Testamento. La teología de los libros del Antiguo Testamento representa la base para el entendimiento del cristianismo y, al mismo tiempo, sirve para la Iglesia como ejemplo e ilustración de la relación de un creyente con Dios, como dice Pablo en Romanos 15:4 (RVC) Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras.
La enseñanza del libro de Números no se puede separar de la teología del Pentateuco como un todo, particularmente de Éxodo y Levítico. Todos estos libros se ocupan del cumplimiento de la promesa divina dada a Abraham y la conformación de la nación de Israel como un pueblo santo para Dios. No obstante, el enfoque de cada libro es diferente. Números, en particular, mira hacia la tierra prometida y la peregrinación de Israel en dirección a ese objetivo. Es un libro que comienza con grandes esperanzas, pero abarca también el período de treinta y ocho años deambulando por vastas zonas despobladas producto de la incredulidad del pueblo, por lo cual hallaremos en Números grandes enseñanzas que podemos llamar “las lecciones del desierto”.
Para apreciar completamente el aporte para nuestra época de un libro como Números, con frecuencia será necesaria la aplicación de la interpretación de símbolos y tipos, y hacerlo adecuadamente. Un buen ejemplo es el pasaje de 1 Corintios 10:1-10, donde el apóstol cita abundantemente pasajes del Pentateuco para apoyar sus comparaciones de la experiencia de Israel en el desierto con la situación en la Iglesia de Corinto. De manera similar, el autor de Hebreos recordó el incidente de los espías (Nm. 13-14) para prevenir a sus lectores en relación con perder la oportunidad de disfrutar el reposo de Dios (He. 3:7-4:13). Judas también hizo uso de las historias de Números para aclarar su enseñanza (Jud. 1:5,8,11). Así, mientras las epístolas subrayan la desobediencia de Israel en el desierto como ejemplo para la Iglesia, los Evangelios nos recuerdan la gracia de Dios proveyendo a Su pueblo en aquella época, y comparan eso con la sobreabundante gracia manifestada en la venida del Señor Jesucristo. El apóstol Juan aprovechó de manera especial los paralelos con el Pentateuco para su propósito de señalar la superioridad de Cristo al compararlo con Moisés en al menos siete pasajes.
Este libro es un texto de estudio autodidacta y comentario al libro bíblico de Números. Forma parte de una serie de comentarios a los libros del Pentateuco cuyo objetivo es proveer a los creyentes de habla hispana un material resumido y de fácil comprensión, pero que al mismo tiempo ayude a comprender con suficiente detalle la revelación del Antiguo Testamento y guíe a una aplicación edificante.
Que el Señor le ayude en el estudio de Su palabra y le hable a su corazón para que pueda prosperar en todo, mientras peregrinamos hacia nuestra “tierra prometida” (1 P. 2:11; He. 12:12-29).